Cuando nos encontramos en proceso de transición de una agricultura convencional a una ecológica o cuando nuestras plantas auxiliares
están aún pequeñas y el equilibrio agroecológico no se ha logrado todavía, es importante contar con la ayuda de biopreparados que mantengan a raya plagas y enfermedades. Del mismo modo, su uso puntual puede ser necesario cuando se producen episodios climáticos que favorezcan de forma desproporcionada ciertas plagas o enfermedades, como por ejemplo cuando a finales de algunos veranos se combinan el calor con eventos de gota fría que proporcionan un clima ideal a los hongos.
Así, si dedicamos un rinconcito de nuestro terreno para cultivar ciertas especies de plantas con propiedades sanadoras o preventivas de enfermedades y plagas, tendremos, sin darnos cuenta, un “botiquín” al que recurrir fácilmente a la mínima sospecha de problemas o en momentos críticos a modo de prevención.