La olivarda, la chinche y la oruga

La olivarda o altabaca (Dittrichia viscosa), un arbusto de llamativas flores amarillas estivales y follaje pringoso y aromático acoge a multitud de insectos, como las chinches míridas, que se refugian y reproducen en gran cantidad durante todo el año. Estas pequeñísimas chinches gustan de visitar otras plantas al llegar el calor, y es así como llegan hasta nuestras tomateras. Y en su paseo a través de sus hojas se encuentran con una diminuta oruga, la polilla del tomate (Tuta absoluta), que se alimenta y refugia en el interior de galerías de las hojas de esta hortaliza. Y resulta que el estilete de la boca de estas chinches parece ser de los pocos «instrumentos» capaces de perforar la hoja del tomate y llegar a la oruga, a la que introduce su estile a modo de pajita, absorbiéndola hasta dejarla seca. Es así como la altabaca evita la plaga de la polilla del tomate.

Planta de altabaca, en la que viven y se alimentan numerosas chinches míridas. Sembradas junto a las tomateras,
las altabacas nos ayudan a controlar la oruga de la polilla del tomate.